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Las diferencias entre el contrato de arras y la reserva: Lo que debes saber antes de comprar una propiedad



Diferencias entre el contrato de arras y la reserva
Diferencias entre el contrato de arras y la reserva

Diferencias entre el contrato de arras y la reserva. En el fascinante mundo de las transacciones inmobiliarias, dos términos que a menudo confunden a compradores y vendedores son el "contrato de arras" y la "reserva". Aunque ambos se utilizan en el proceso de compraventa de propiedades, tienen diferencias significativas que es crucial entender antes de embarcarse en cualquier negociación inmobiliaria.



El contrato de arras, por un lado, es un acuerdo formal y legalmente vinculante entre el comprador y el vendedor. Este contrato implica un compromiso firme por parte de ambas partes para llevar a cabo la transacción de compraventa. Cuando se firma un contrato de arras, el comprador entrega una cantidad de dinero al vendedor, generalmente entre el 10% y el 15% del precio total de la propiedad. Esta suma no es un mero gesto simbólico, sino una parte sustancial del pago que demuestra la seriedad de la intención de compra.


La naturaleza jurídica del contrato de arras es tal que obliga a ambas partes a completar la transacción en los términos acordados. Si el comprador decide echarse atrás, perderá la cantidad entregada como arras. Por otro lado, si es el vendedor quien incumple el acuerdo, deberá devolver al comprador el doble de la cantidad recibida como arras. Estas penalizaciones están establecidas por ley y proporcionan un fuerte incentivo para que ambas partes cumplan con sus compromisos.


Además, el contrato de arras suele establecer un plazo específico para formalizar la compraventa. Durante este período, ambas partes trabajan en completar los trámites necesarios, como la obtención de financiación por parte del comprador o la resolución de cualquier problema legal pendiente por parte del vendedor. La formalidad del contrato de arras requiere que se redacte un documento escrito detallado, que a menudo es preparado por un abogado o un agente inmobiliario profesional.



Por otro lado, la reserva es un acuerdo mucho más informal y flexible. Cuando un comprador hace una reserva, está básicamente pidiendo al vendedor que aparte temporalmente la propiedad del mercado mientras considera su decisión de compra. A diferencia del contrato de arras, la reserva no genera una obligación legal de completar la compra o la venta.


La cantidad entregada en una reserva suele ser mucho menor que en un contrato de arras, a menudo una suma simbólica que demuestra un interés serio pero no un compromiso firme. Esta cantidad puede variar ampliamente dependiendo del valor de la propiedad y las prácticas locales, pero generalmente es mucho menor que el porcentaje sustancial requerido en un contrato de arras.


Una de las principales ventajas de la reserva para el comprador es que ofrece más flexibilidad. Si decide no seguir adelante con la compra, generalmente puede recuperar el dinero de la reserva sin penalizaciones significativas. Sin embargo, esto también significa que el vendedor tiene menos seguridad, ya que el comprador puede retirarse fácilmente de la transacción.



El plazo de una reserva suele ser más corto que el de un contrato de arras. Típicamente, una reserva puede durar desde unos pocos días hasta algunas semanas, proporcionando al comprador un período para realizar comprobaciones, asegurar financiación o simplemente tomar una decisión final sobre la compra.


En cuanto a la formalidad, una reserva puede ser tan simple como un acuerdo verbal, aunque siempre es recomendable tener algún tipo de documento escrito para evitar malentendidos. Este documento no necesita ser tan detallado como un contrato de arras, pero debería especificar al menos la cantidad entregada, la duración de la reserva y las condiciones para su devolución.


En resumen, mientras que el contrato de arras ofrece mayor seguridad y compromiso para ambas partes, la reserva proporciona más flexibilidad, especialmente para el comprador indeciso. La elección entre uno u otro dependerá de varios factores, incluyendo la certeza de las partes sobre la transacción, la situación del mercado inmobiliario y las preferencias personales de riesgo y compromiso.



Es importante recordar que, independientemente de la opción elegida, siempre es aconsejable buscar el asesoramiento de un profesional legal o inmobiliario antes de firmar cualquier acuerdo. Estos expertos pueden ayudar a navegar las complejidades de las transacciones inmobiliarias y asegurar que tus intereses estén protegidos en todo momento.


Escrito por Javier de la Cruz

23 de julio de 2024

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