Estamos a las puertas de una recesión económica parecida a las 2008
Después de un verano que ha sido bautizado como el del "Carpe Diem" se esta preparando una tormenta perfecta que me recuerda a la gota fría del levante español. Es decir llevamos acumulando varios años de bonanza (con la salvedad del COVID) que hace que la economía no puede aguantar mas estímulos de crecimiento por parte de los gobiernos y por tanto se va a ralentizar.
Los indicadores a nivel mundial están dando señales más que clara de que la economía entra en recesión a partir del mes de septiembre de 2022. Y esto significa que el paro aumenta, los tipos de interés se disparan y el coste del gas y la luz suben por la nubes con la guerra de Ucrania.
Como afecta esto a las hipotecas y al mercado inmobiliario
Pues muy sencillo, al endurecerse las condiciones hipotecarias con las subida de tipos de interés y el aumento de la inflación hay menos ahorro y menos acceso al crédito. Por ello la demanda de vivienda se verá sustancialmente reducida a partir del cuarto trimestre de 2022 y en 2023 estaremos en crisis profunda que hará recordar viejos fantasmas del pasado.
Como en 2008 el valor de la vivienda se verá afectado directamente por lo que veremos bajar los precios a nivel general en toda España, siendo más acusado en aquellas regiones o zonas donde más suba la tasa de paro. Por tanto será caldo de cultivo para los inversores que han hecho bien los deberes y podrán encontrar precios más ajustados. Por el contrario todos aquellos mortales que necesiten una hipoteca para poder comprar la vivienda de sus sueños lo tendrán más complicado.
No significa que no puedan comprar una vivienda, pero si que para ello tendrán que pagar más intereses y por tanto acceder a viviendas más baratas para poder afrontar el pago de las cuotas mensuales.
Como es mejor afrontar las crisis
Aquellas personas y familias que hayan dejado un fondo de reserva para situaciones complicadas deberán acudir a él para poder aguantar los meses que vienen. Aquellas que no lo tengan y pierdan su trabajo se verán en serias dificultades y no podrán afrontar sus obligaciones. Por ellos siempre hay que estar en manos de profesionales que nos asesoren en la planificación para ir guardando en aquellos productos que den mejor rentabilidad en situaciones adversas.
Las familias que se hayan sobreendeudado deberán vender aquello que no sea imprescindible para poder afrontar las obligaciones necesarias y reestructurar sus deudas antes de caer en el impago. Para ello conviene ponerse en manos de profesionales que nos asesoren y nos guíen para poder hacerlo de la manera correcta.
Dicho todo ello, estamos llegando al final del verano y al principio de la crisis. Este año el síndrome postvacacional será de verdad una tortura para muchos, así que disfrutemos de lo que nos queda de verano "Carpe Diem" que el invierno va a ser muy laaaaaaargo.
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